¡No lo entiendo!
Y en cada tatuaje un no me volveré a enamorar y en cada canción no lo puedo ni pensar…
¿Dónde acaban los versos que te dediqué hace ya tiempo?
¿Dónde terminan los cuentos que no son sinceros?
En la Basura más cercana de donde la impaciencia y las letras son hermanas y narran cuentos entre ellas de damas que no son hadas, que andan de noche y buscan acabar entre dos brazos y una manta.
Y en qué momento llega una luz a querer entrar en el interior de una taberna con olor a cerrado, a tabaco y feromonas, a olvido. Corazón.
Si yo no te he buscado y encontrado sin querer esta razón, que me impulsa a echarme para atrás y otra que viene por detrás me quiere a tus brazos empujar.
¡No lo entiendo!
Me pongo a llorar, a pensar y cavilando y cavilando adios razón, la anterior y la de atrás.
Es que escucha que te voy a contar, ¿Qué voy a hacer?
Si han vuelto a revolotear de repente las ilusiones que se fueron, junto a una maleta, un portal y los recuerdos.
Vuelven y se repite la situación, y no encuentro explicación, ni principio ni voz, ni tampoco el final, si no busco pero encuentro un poco de cordura y me ayuda… ¿Quién lo busca?
Si aparece, tierno me embriaga y me revuelve, sueño, me pierdo….
Y vuelvo a ser ese chiquillo que se ponía nervioso al ver aquellos rizos a la puerta de un colegio.
La veo, tiemblo, me río y vacilo.
Que más que una mujer parece una niña que se olvida de los problemas por la noche entre música no muy buena, copas y mucho flirteo.
Y ahora me paro, pienso y escribo sin conocimiento, que no se apaguen las sonrisas, que sigan vivas, y que el día a día le regale detalles, caricias, gestos de amor, rebeldía y las noches se le pinten bonitas.
Voy a buscar dentro a ver si encuentro y entiendo por donde tengo escondidos los sentimientos y si me aclaro lo emborrono,me embriago y me coloco, los busco sitio en los estantes de la locura y si me acuerdo luego, quizás lo entiendo.
Mientras…
Cocino con amor y sin prisa, la ternura y el cariño, la sonrisa y los sueños.
La vida.
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