A ellas, a todas

 Una agresión, mil perdones, lágrimas falsas. Perdonó, una y otra vez, perdonó. 

Una paliza que deja huella y en la calle normalidad, que no se vea. 

A la noche almohada llena de lágrimas. 

Temblando entre las sábanas. 

Llega tarde y levanta miedo. 

Sigue temblando mientras la obliga en el lecho. 

Cada día que pasa un día menos. 

Toda una vida llena de tormentos.

Socorro pide cada mañana sin palabras. 

Con una mirada envuelta en ojeras y bolsas que descubren al mundo su pena. 

Así pasa la vida, con miedo a perderla. 

Sin darse cuenta que la está perdiendo. 

Sin ser consciente que nada es normal.

Que por mucho que la pegue sus razones tendrá. 

Una noche ya no puede más se arma de valor. 

Coge sus cosas… Se va. 

Denuncias que no valieron.

¿La justicia donde está? 

Dando mil vueltas, sin nada, soñando libertad.

Agarrada a la esperanza.

La buscó, no la encontró. 

Ahora es libre. 

Toda una vida dejó atrás. 

Ella escapó, ¿las demás?

No pudieron contarlo. 

Sin salir de aquel infierno tras prometerlas el cielo. 



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