Mi cabeza

 Mi cabeza analiza lo que escuchan mis orejas.

Es indomable, como un caballo salvaje

Criado por llanuras, valles,

Manantiales y lagunas.

Donde trota sin importarle

A qué hora sale la luna.

Sin obedecer a ese patrón.

Que le dicta y le grita hasta quedarse sin voz.

O le zurra con fusta,

Hasta que queda sometido.

Por cojones y a dolor.

 

Es tierna mi cabeza.

Analiza cualquier belleza

Mas por dentro que por fuera.

Hace sonreír a mi boca.

Al corazón lo hace tan blando

Que parece gominola.

 

Es furiosa mi cabeza.

Ante la injusticia de la iglesia.

Que viola con mano dura.

¡Putos curas!

Leyes y niños, en eucaristías.

Aquella que llegando mayo

Aclama a un tal Franco.

Aquel caudillo divino

Que siendo un asesino.

Le llevaban bajo  palio.

La dejó adoctrinar

Si saber que había más allá

Del cristianismo y la fe.

De su tan buen hacer.

 

 

Es humilde mi cabeza.

Cuando ve lo que le rodea

Lo que ha vivido

Y piensa.

Para que quiere riqueza

Teniendo salud y vivencias.

Teniendo lagunas de besos

Teniendo lagunas de historias.

Y aunque no da para mucho

Malos recuerdos la acechan.

Es humilde mi cabeza.

Porque prefiere la luz y una trastienda.

O un sótano para dejar sus vergüenzas.

A un saca llena de oro y plata.

Es humilde y picaresca,

Para Salir del paso y abrir sendas.

Es humilde mi cabeza, ríe sin motivo

Y sin motivo se acuerda.

Es humilde, furiosa y atenta.

Es sinvergüenza y risueña.

Aunque no vale la pena.

Cruel a veces, loca más.

Es mi cabeza, dama de mi vida.

Incontrolable, fiel, grande y mal peiná.  Amiga.

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