Salvaje capitalismo
De la vida he sacado vergüenza en lo personal.
Coraza y nervio. Me hago pensar.
Enseñan filosofía con boli y discurso.
Filósofo descalzo
De un loco mudo.
Un poeta de nervio, bar y acera.
Mi filosofía la vida pasada.
Volver a labrar el barbecho de mi conciencia.
Que arrasada fue como sierra incendiada. Que crezca en ella la sabiduría, con las cenizas de la incultura.
No me hace falta jaula de metal para sentirme preso.
Somos un motor que no tiene correas.
Carburante de quien nos paga, quien nos manda o nos gobierna.
Teniendo cuatro perras el resto no interesa y seguimos siendo un motor movido por otra correa.
La misma que mueve el mundo, que no nos deja pensar y nos hace ser presos sin futuro, sin la vida que queremos.
Culpable de todo ello mercado y dinero.
Gastando nuestro tiempo en pagar deudas, errores, delirios y caprichos.
Comentarios
Publicar un comentario