Veintiséis
Ya pasa otro año y la risa es más floja, el amor no aparece y cada vez doy más vergüenza, la risa no cambia y me esperan años con ella.
Al otro lado del infierno caigo si no bebo y me envarbasco de ideas, en cuatro sueños, otro año ya más viejo, más canas y más ganas.
Más dueños de sí mismos son los corazones que se aíslan en sí mismos.
Quiero no saber que hago y mientras tanto saber que me estás mirando, qué me estás cuidando.
Y ver en mi prado verde las hierbas del crudo invierno, rota la vergüenza ahora se me aparece solo en sueños. Juventud que se escapa y me quiere tan arrimada, tan querida y deseada por todos los que vemos que se nos escapa.
Hoy me cuido a mí y es el lapicero el único que se desgaste por mí.
Es mi cerebro el que no da más de sí. y para que tenga sentido y rime arrimo un dos y un seis.
De vez en cuando busco ese hueco de luz diario para darme ánimos, salir del paso, remontar el vuelo y no caer bajo.
Comentarios
Publicar un comentario