Olvido fallido
Pasee por las calles, todas las dudas en el aire y al final… Este relato. Para olvidarla, quise beberme la música a la que me recordaba. En los bares que cierran tarde, las guitarras suenan durante horas por músicos estudiantes/ obreros que sepultan allí su tiempo. Donde corre la cerveza y los corazones están sedientos por encontrar compañía, para compartir penas y sacar lágrimas, sí. De risa. Para acabar en un colchón tirado o en un portal llorando. Allí agarrado a una botella con el ambiente cargado, saqué mi papel, los acordes de fondo me ayudaban a escribir o componer mis penas que son muchas, más que ayer. Ordené mis pensamientos… Me costó tinta e imaginación, cada trazo de una letra dibujaba sin querer su cara. Que despiste el mío, que desgracia. Lo conseguí, dejé de dibujarla. ¿Durará? Hasta volver a verla. Es un huracán que entra por la puerta, arrasa y descoloca. Sentía cada mañana que sus mentiras me hacían feliz y yo infeliz, caí. Al...