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Mostrando entradas de enero, 2021

Olvido fallido

  Pasee por las calles, todas las dudas en el aire y al final… Este relato. Para olvidarla, quise beberme la música a la que me recordaba. En los bares que cierran tarde, las guitarras suenan durante horas por músicos estudiantes/ obreros que sepultan allí su tiempo. Donde corre la cerveza y los corazones están sedientos por encontrar compañía, para compartir penas y sacar lágrimas, sí. De risa. Para acabar en un colchón tirado o en un portal llorando. Allí agarrado a una botella con el ambiente cargado, saqué mi papel, los acordes de fondo me ayudaban a escribir o componer mis penas que son muchas, más que ayer. Ordené mis pensamientos… Me costó tinta e imaginación, cada trazo de una letra dibujaba sin querer su cara. Que despiste el mío, que desgracia. Lo conseguí, dejé de dibujarla. ¿Durará?   Hasta volver a verla.   Es un huracán que entra por la puerta, arrasa y descoloca. Sentía cada mañana que sus mentiras me hacían feliz y yo infeliz, caí. Al...

Mi cabeza

 Mi cabeza analiza lo que escuchan mis orejas. Es indomable, como un caballo salvaje Criado por llanuras, valles, Manantiales y lagunas. Donde trota sin importarle A qué hora sale la luna. Sin obedecer a ese patrón. Que le dicta y le grita hasta quedarse sin voz. O le zurra con fusta, Hasta que queda sometido. Por cojones y a dolor.   Es tierna mi cabeza. Analiza cualquier belleza Mas por dentro que por fuera. Hace sonreír a mi boca. Al corazón lo hace tan blando Que parece gominola.   Es furiosa mi cabeza. Ante la injusticia de la iglesia. Que viola con mano dura. ¡Putos curas! Leyes y niños, en eucaristías. Aquella que llegando mayo Aclama a un tal Franco. Aquel caudillo divino Que siendo un asesino. Le llevaban bajo  palio. La dejó adoctrinar Si saber que había más allá Del cristianismo y la fe. De su tan buen hacer.     Es humilde mi cabeza. Cuando ve lo que le rodea Lo que ha vivido Y piensa. Para que quiere riqueza Teniendo salud y vivencias. Ten...

Revolución

  Tengo ganas de resurgir, De sembrar esperanza y libertad. De que venga la revolución y vivir.   Valgo lo que tengo, dos pies y dos brazos. Unas manos que visten callos. Dolores en mi espalda, Por un trabajo y un salario. De horas de explotación y cansancio.   Ven.   Ya que te estimo, amiga a dar abrazos. Junta mi fuerza y mi ánimo. Ven ya junto a los míos. Ven ya ¡revolución! a liberarnos. De las garras del sistema capitalista y sectario. Quédate con nosotros los obreros precarios Los que te queremos en nuestros pueblos y barrios. Que lucen orgullosos tu nombre. En trapos por los balcones. En las fachadas de iglesias y parques. Ven como al pasado de unión y lucha. Contra la represión e injusticia fascista. Ven a mejorar la vida presente, De la gente más humilde. Ven ya revolución, arrasa. Con fuerza, valentía y ansia. Abre la mente al hombre, Empodera a las mujeres, ¡Lucha! Ven ya revolución y arrasa. Con fu...

Historia de tres

  El amor se fue con la tormenta de verano, arrasó mi corazón y la entrepierna la dejó con ganas   la más bella y querida dama, que jugaba a ser la sal en la herida, a ser la alegría y la cerveza fría a ser como no la estrella en las noches cerradas por nubarrones que se adueñan del cielo y consigue salir de entre ellos. Era nerviosa, insegura, le gustaba el fuego en los besos con sabor a algo que extrañaba. A mí me gustaba ella, acostumbrado a enamorarme de causas como la mía, perdida. Acostumbrado a ganar poco y perder y dejarme el tipo por luchar, acostumbrado a sufrir, a querer, y a tardar en   olvidar.   Suelto muchos versos, chascarrillos que se van como el agua que vino, con el viento, y dejan asentada una gota de humanidad en la desembocadura de un corazón que cree estar a la deriva cual barco que navega en una dirección perdida, pero firme sin perder la calma, ni el control. Creyendo que no necesita quien capitanee el timón.   He ido a ver l...

Vida e historia

  La vida… una tele encendida. Mentiras a diario. Cerveza fría, calles sin vida.  El boli y el paquete de tabaco. Una voz ronca, una pesadilla. Una chica que me gusta. Un día con frío. Una guitarra en silencio. El sueño de vivir…  En busca de un trabajo.  Una noche de tormenta, Me recuerda… A unos besos de pueblo. A una canción triste en directo.  Vasos rotos en el suelo. Muchas almas En busca de consuelo.   La vida pasa y voy muriendo. Sobrepeso y diabetes. Cervezas a raudales. Por aquí no anda el sueño. Quedó en unos muelles. Con la primera chica. Con la misma cerveza. Fidelidad muy distinta. Borracheras nocturnas. Malos versos y risas. La destrucción y muerte.  A paso de procesiones.  Dañado nuestro ser. Dañado nuestro entorno. Gustos que cambian.  Amigos con ellos. Del sistema borregos.  Herejes sometidos. Mano de obra barata. No ganaron nuestras ideas. Ni los que murieron por ellas. Sin vergüenza y con orgullo Defendieron su patria....

Liviano de equipaje.

  De pensar que no tengo nada.  No me lavo ni la cara.  Vocabulario de calle.  Tardes en la plaza.  Mis cabellos peinan canas.  Las lágrimas no son de alegría.  La mínima charla me parece vana.  Unos ideales muertos.  La soledad frente a una pantalla.  ¡Salgo al balcón y miro!  Las estrellas no me dicen nada.  La tele aburre y miente.  No hay prensa independiente.  Largas noches en vela: coche, dinero y casa.  La suerte no me acompaña. Y al final de la vida una mujer y su guadaña.  Esa que llaman muerte o parca.  Las horas que se pasan.   Todos se miran, nadie habla.  Los pájaros de mi cabeza anidan ahora  en las montañas.  Después de un largo tiempo, una caja de madera, un recuerdo en una foto.  Una lágrima de alguien a quién sí importaba.  Sorpresa para algunos.  Viaje a donde nadie sabe.  Dando patadas por las calles después de una noche de bares. Alegría ...

Salvaje capitalismo

  De la vida he sacado vergüenza en lo personal.  Coraza y nervio. Me hago pensar.  Enseñan filosofía con boli y discurso.  Filósofo descalzo De un loco mudo.  Un poeta de nervio, bar y acera.  Mi filosofía la vida pasada.  Volver a labrar el barbecho de mi conciencia.  Que arrasada fue como sierra incendiada. Que crezca en ella la sabiduría, con las cenizas de la incultura.  No me hace falta jaula de metal para sentirme preso.   Somos un motor que no tiene correas.  Carburante de quien nos paga, quien nos manda o nos gobierna.  Teniendo cuatro perras el resto no interesa y seguimos siendo un motor movido por otra correa.  La misma que mueve el mundo, que no nos deja pensar y nos hace ser presos sin futuro, sin la vida que queremos.  Culpable de todo ello mercado y dinero.  Gastando nuestro tiempo en pagar deudas, errores, delirios y caprichos.

Las casas 1

  Prisionero sin miedo al fracaso. En una taberna trabajo.  Acabaré sólo y descuidado.  Contando mis penas en silencio.  La cuenta se la llevará el viento.  Horas perdidas y maletas repletas de Esperanza.  Recorro España y enloquezco.  Cambio de vida y de sueños.  En la cabeza escondido guardo un recuerdo.                                         Mi pueblo.  Sitio de veraneantes y lugares para perderse.  A lo alto de la sierra ya se ven otros lugares.  Mirabel y Plasencia. Y al bajar la cumbre Grimaldo. En la sierra se respira.  Aroma de pino y  jara, Con el aire de solana el de eucalipto los tapa.  Allá en el monte verde “la madre del agua”. La liebre corre libre.  Troncha maleza el jabalí, el ciervo dando saltos cru...

Humilde libertad

  Quise ser el dueño de un camino sin sentido.  Perdido entre la locura cada noche mi cerebro pregunta.  El porqué de las batallas y porque fueron perdidas.  Sueño con despertar entre sábanas ajenas.  Entre olor a tabaco y sudor de alcohol barato.  Cada día que pasa es perdido.  Sin dinero ni trabajo.  Solo. Mis pensamientos y mi petate entre los brazos.  Cansado de ser hombre, de escribir en silencio.  Cansado de vasos rotos, de sentimientos enfrentados en batallas de Egos y miedos.  Sangré y me hice daño, recogí papeles y tabaco. Cada noche en soledad. Extrañaba mi pasado.  Quiero volver a la vida, desprenderme de mis amarres y volver a ser chiquillo jugando por las calles.  Ser quien tape los baches del camino de la locura.  De aquella cabeza extraña que se hizo con la mía.  Quiero ser y no puedo tronco que al suelo agarre. aguantar duras tempestades.  y de agua de arroyo alimentarme. Olivo de tierra seca...

Despiste, realidad

  De las semillas del camino me queda algo todavía.  Sembré amor y vida.  Revolución y risas.  El que nada hizo por los sueños de un colegial.  Salvé una vida, presente en mí la humanidad.  Enamorado de la libertad y de los sueños que se van.  Perdido en la noche oscura solo canto mi pena.  Entre la maleza del campo sano mi ansiedad.  A golpe de pasos y de tragos en el bar.  Maldigo cada instante y sueño con la paz.  La utopía mi sueño para triunfar Soy experto del que dirán.  Viajé solo con mi hastío y enfermedad.  Consiguiendo paz, pero nunca cura, ¿qué más da? Para resucitar día y medio, poco más.  Nada que decir, todo que callar.  Errores difíciles de perdonar.  Al final solo queda reconversión y cadenas.  Largos días de estufa junto a un ventanal.  Ver pasar la vida sin importar lo que dirán.  No me alcanza lo que bebo, pues ya no tengo salud, tampoco dinero.  Ya no vivo al borde de ...

Renovar, que no renova, (aunque te puedes limpiar el culo con el) 👅🍑

Lo que soy me lo he forjado.  Caricias llenas de desencantos. Mis ojos cobijan ojeras.  Y mi vida guarda historias de locura.  Soy miedo, rabia y desconsuelo. La bondad va en mi cuerpo.  Grito con odio, pocas veces.  Soy rama de olivo madura.  Aguantando el frío y la lluvia.  La tristeza en una línea.  La alegría del día a día.  Soy quien no esperas.  No me juzgues a simple vista.  Nado en tormentos y saco sonrisas.  Y me ahogo si no veo en su rostro la risa.  Acostumbro a beber cuando necesito paz.  La sensación dura un rato y mi ego es mayor, ¡sí! En ese momento la caricia es del sol… Me baja de la nube a la que me sube el alcohol.  Me fumé mil poemas desprendidos de mi corazón. Una noche escribí al día siguiente ardieron En compañía de la ansiedad y el dolor.  Jugué con mi vida y no perdí el rumbo.  Me aparté de mis versos.  ¿Qué sentido tenían?  Si no había lectores ni oyentes.  Quedó...

A ellas, a todas

  Una agresión, mil perdones, lágrimas falsas. Perdonó, una y otra vez, perdonó.  Una paliza que deja huella y en la calle normalidad, que no se vea.  A la noche almohada llena de lágrimas.  Temblando entre las sábanas.  Llega tarde y levanta miedo.  Sigue temblando mientras la obliga en el lecho.  Cada día que pasa un día menos.  Toda una vida llena de tormentos. Socorro pide cada mañana sin palabras.  Con una mirada envuelta en ojeras y bolsas que descubren al mundo su pena.  Así pasa la vida, con miedo a perderla.  Sin darse cuenta que la está perdiendo.  Sin ser consciente que nada es normal. Que por mucho que la pegue sus razones tendrá.  Una noche ya no puede más se arma de valor.  Coge sus cosas… Se va.  Denuncias que no valieron. ¿La justicia donde está?  Dando mil vueltas, sin nada, soñando libertad. Agarrada a la esperanza. La buscó, no la encontró.  Ahora es libre.  Toda una vida dejó at...